Expertos de los dos países repasaron los asuntos de mayor importancia para ambas partes
Una de las actividades más destacadas de la agenda del Programa Líderes Australianos 2017 tuvo lugar el jueves 30 de marzo en el Auditorio de Garrigues en Madrid. “Diálogo España-Australia. Reflexiones ante un mundo cambiante” reunió a los Líderes Australianos con un grupo de expertos provenientes del sector empresarial y académico, así como representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
La primera mesa redonda del Diálogo, titulada “Globalización post Trump”, contó como moderador con el presidente de Honor de Garrigues y Patrono Honorífico de la Fundación Consejo España-Australia, Antonio Garrigues Walker. Participaron como ponentes australianos los Líderes Susan Windybank, del Centre for Independent Studies (CIS) y Alastair Davis, analista del Lowy Institute for International Policy. Por parte española el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de GESTAMP, Miguel López Quesada, y Enrique Vedeguer Puig, director de ESADE Madrid.
La presentación de los ponentes se centró en cuatro puntos principales: la nueva Administración estadounidense de Donald Trump, los efectos que ha provocado su elección en la globalización de la economía mundial, la influencia creciente de China y las consecuencias del Brexit para Australia y la Unión Europea.
Los dos analistas australianos coincidieron en que la relación entre Estados Unidos y Australia no se verá afectada por el nuevo Gobierno estadounidense, dado que “la alianza entre los dos países es más importante que lo que vaya a hacer una sola persona”.
Con respecto a Donald Trump y su política económica y exterior, Susan Windybank destacó la oposición del presidente estadounidense a los grandes acuerdos de libre comercio. En opinión de la analista australiana, la preferencia de EEUU por los acuerdos bilaterales creará intereses cruzados, por lo que “muchos de los beneficios que conlleva el libre comercio se perderán”. Alastair Davis consideró que “con el paso del tiempo veremos más moderación” en las posiciones de la Administración norteamericana, algo en lo que coincidió Antonio Garrigues, para quien las posturas extremas de Trump se verán suavizadas por la presión de la sociedad civil americana.
La elección de Trump, junto con el Brexit, la crisis económica y otros aspectos, han provocado un cambio en la imagen de la globalización, concepto que en los años 90, según indicó Enrique Vedeguer, se veía “como algo que iba a tener un impacto positivo para casi todo el mundo”. Aunque el director de ESADE considera que el proceso es “irreversible” a corto plazo puede verse afectado por estos eventos.
Miguel López Quesada habló de cómo afrontarán la nueva situación compañías globales como Gestamp, presentes en numerosos países del mundo. Para el director de Comunicación de la compañía la coyuntura actual representa “una gran oportunidad para España”, un país bien situado en Europa e Iberoamérica, que para mejorar su presencia en Asia cuenta con una buena relación con Japón y Australia, y el interrogante de los intereses del nuevo gran actor mundial: China.
El gigante asiático se ha convertido en un elemento determinante para la economía del planeta. Para Alastair Davis, si bien Xi Jinping sorprendió en la última cumbre de Davos “como defensor de la globalización”, recordó que “China ve el mundo como círculos concéntricos en cuyo centro está la propia China”, por lo que no se debe confiar en que tome un papel de liderazgo “más allá de los aspectos de su inmediato interés”.
El último tema principal de la jornada fue la salida de Reino Unido de la Unión Europea, dado que justo el día anterior la primera ministra británica, Theresa May, anunció la activación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, con lo que se inicia el proceso del ‘Brexit’. Un proceso que afectará especialmente al comercio y cuyo impacto, según Miguel López Quesada, “veremos en los próximos años”.
Los analistas coincidieron en que es pronto para juzgar las consecuencias de este proceso, aunque sí perciben cierta moderación en la postura británica. En lo que sí coincidieron fue en relacionar el ‘Brexit’, las elecciones en Estados Unidos y la aparición de los populismos extremistas en Europa como síntomas de la situación actual en el mundo, provocados por el sentimiento de pérdida de legitimidad de las instituciones, legitimidad que, según Alastair Davis, “debemos reconstruir”.
Pese a todos estos problemas la conclusión de Antonio Garrigues fue ciertamente optimista. El patrono de la Fundación afirmó que estamos viviendo “tiempos fascinantes, un tiempo maravilloso para pensar” en la que ninguno de los actores sociales puede seguir haciendo “lo mismo que hasta ahora” y deben, por tanto, determinar su papel en esa sociedad de la que forman parte.