El proyecto, ejecutado por Adif, permitirá la mejora de las infraestructuras de transporte y la regeneración de una zona deprimida de la ciudad
Tras su apertura completa, a partir del año 2020, la estación de Barcelona - La Sagrera será un intercambiador de líneas ferroviarias de alta velocidad y de Cercanías, metro, autobuses y taxis, además de aparcamiento para vehículos privados. El proyecto ha sido diseñado para soportar un tráfico anual superior a los 100 millones de pasajeros.
Esta actuación, que lleva a cabo Adif, supondrá además una gran transformación del entorno urbano: unirá, a través de una zona verde, los barrios de Sant Martí y Sant Andreu (separados históricamente por las vías del tren) y contribuirá a la regeneración económica y social de toda la zona.
El jefe de obra, Lluís Ubalde, presentó a los Líderes este proyecto, así como la línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona-Francia, que también utilizará la nueva estación. Con más de 800 kilómetros de longitud, esta línea permite alcanzar velocidades de hasta 350 kilómetros/hora y cuenta con 61 kilómetros de viaductos y más de 85 kilómetros de túneles.
Entre las principales características de esta línea, Lluís Ubalde destacó el tramo Barcelona-Figueres como la primera línea de alta velocidad española con tráfico mixto (pasajeros y mercancías). Si bien, señaló, “el tráfico de mercancías es muy bajo”.
Una vez a pie de obra, los Líderes quisieron conocer aspectos técnicos y de gestión, como el coste de la obra, que asciende a 2.000 millones de euros.
También se interesaron por otros temas que afectan a la ejecución de este tipo de proyectos, como en el caso de La Sagrera lo fueron los restos arqueológicos descubiertos, que provocaron retrasos de hasta medio año. También la necesidad de contar con cimientos especialmente reforzados para soportar la construcción de edificios por encima de la estación o las actuaciones en el tramo que une las estaciones de La Sagrera y Sants para evitar que el paso de los trenes afecte a la estructura de la Sagrada Familia.
Lo más interesante para los Líderes fue conocer la eficiencia de la línea de alta velocidad, que une Madrid y Barcelona en dos horas y media. Esto hace del tren una alternativa al transporte aéreo entre ambas ciudades, hasta el punto de que actualmente supone un 60% de los trayectos, frente a un 40% del avión.