El parlamentario repasa la actualidad de las relaciones bilaterales en una entrevista durante el Programa Líderes
La primera edición del Programa, organizada por la Fundación Consejo España-Australia en marzo de 2015, trajo a nuestro país a tres miembros del Parlamento australiano y a una periodista del Australian Financial Review para darles a conocer la realidad socioeconómica y cultural de España. La Fundación Consejo, en su activa política de comunicación, viene publicando mensualmente entrevistas con algunos de sus participantes.
Russell Matheson, del Partido Liberal, es miembro del Parlamento australiano por Macarthur desde 2010. Preside el Law Enforcement Integrity Joint Statutory y el Grupo de Amistad con Taiwan. Antes de su entrada en la Cámara de Representantes fue sargento de la Policía de Nueva Gales del Sur, sirviendo en el cuerpo durante 25 años. En 1992 entró en política como concejal del ayuntamiento de Campbelltown, cargo que ocupó durante 17 años, hasta convertirse en alcalde de la ciudad en cinco ocasiones distintas. Russell vive en Blairmount con su esposa Sharon y sus dos hijas.
- ¿Qué imagen tenía del país antes de visitarlo?
Tenía una visión mucho más básica que la que tengo ahora. Ha sido muy enriquecedor personalmente poder conocer de cerca el estilo de vida de la sociedad española, su cultura, el sistema político, las capacidades industriales, etc. Por otra parte, conocía los intercambios comerciales que existían entre compañías españolas y australianas pero nunca me había imaginado que fueran tan profundos, ni tampoco que existieran tantos sectores en los que poder seguir fortaleciendo esta relación.
- ¿Cómo ha cambiado esta imagen?
Completamente. Como decía, era consciente de que teníamos una fuerte relación con España, sobre todo en algunos temas que me resultan más familiares y que afectan a los asuntos exteriores, como pueden ser la toma de decisiones en foros multilaterales o el trabajo conjunto que hemos desarrollado en misiones como la presencia en Irak. Más allá de esto existe una relación fluida en diferentes áreas y me siento muy agradecido a la Fundación Consejo España-Australia por la oportunidad de participar en el Programa. Con las visitas hemos podido ver de primera mano la avanzada tecnología de empresas como Indra o el desarrollo industrial y tecnológico en las visitas técnicas a Airbus y a los astilleros de Navantia. En Australia estamos interesados en ampliar nuestras colaboraciones internacionales para invertir en materia de defensa y estas empresas pueden establecerse como socios estratégicos del proceso.
- ¿Qué estrategias fomentarían en la sociedad australiana una imagen de España alejada de los estereotipos?
El intercambio de estudiantes y jóvenes es una de las mejores estrategias. Creo que el acuerdo Work and Holiday puede ser un primer paso pero es difícil anticipar su impacto. Durante el programa hemos visto que los españoles están muy interesados en venir a Australia pero no ocurre lo mismo con los australianos. Nuestro objetivo ha de ser que crezca el número de visados solicitados para viajar a España. Quizás una buena acción, sería la creación de una Fundación que trabaje desde allí y que, unida a la FCEA, profundice en el conocimiento de la realidad sociocultural española entre los australianos.
- ¿Qué puede aprender España de Australia?
A pesar de que España tiene una amplia experiencia en infraestructuras, nosotros podemos aportar conocimientos en la puesta en marchas de grandes construcciones debido a las distancias y al tamaño de los proyectos que requieren las dimensiones de Australia. En este sentido, por ejemplo, estamos inmersos en el desarrollo del nuevo aeropuerto internacional de Sydney. No solo podemos aportar conocimiento y tecnología a la hora de llevar a cabo estos proyectos, sino también a la hora de gestionarlos y operarlos a largo plazo.
- En este sentido, ¿qué pueden hacer las instituciones españolas para desarrollar una colaboración mayor con las australianas?
A pesar de la distancia, España está en el radar de Australia y viceversa. Creo que ha habido importantes viajes institucionales en ambos sentidos como la visita del ministro de Comercio, Andrew Robb. No obstante, para seguir fortaleciendo nuestras relaciones, es importante que se avancen las negociaciones de un Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y Australia, tal y como tratamos en la reunión con el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, aprovechando la visita a Bruselas de la ministra de Asuntos Exteriores Julie Bishop. Cuando hablamos de convertirnos en socios estratégicos, este paso sería fundamental además de muy beneficioso para ambas economías y sus respectivas sociedades.
- ¿Podemos esperar nuevos acuerdos de colaboración bilateral en los próximos meses?
Sí, de hecho la intención del grupo una vez de vuelta en Australia es trabajar de manera regular para conectar las partes interesadas en el proceso, sobre todo, con los protagonistas que hemos conocido durante la semana gracias al apoyo de la Fundación Consejo. Tampoco creo que debamos prometer resultados a corto plazo porque este tipo de iniciativas realizan una inversión a largo plazo que irá produciendo resultados poco a poco. Sobre todo si mantenemos el espíritu del Programa y se siguen organizando nuevas ediciones y otro tipo de actividades relacionadas en las que cada vez se pueda contar con más personas, empresas e instituciones y por consiguiente, suponga un altavoz para ambas sociedades.
- ¿Destacaría algún punto del Programa en concreto?
Todo es destacable para mí. Ha sido un programa estupendo, muy activo y de gran interés. No cambiaría nada, no importa el encuentro o la actividad, todas han sido muy buenas. Puestos a destacar algo, me ha sorprendido en gran medida las excelentes y cercanas relacionas entre las marinas de ambos países. No conocía este hecho y es un síntoma de lo mucho que nos parecemos. Me siento muy afortunado por haber estado en el buque de aprovisionamiento Cantabria, en el que por cierto se guarda el canguro rojo entregado por la Royal Australian Navy en recuerdo de su paso por el país.