Entrevistamos al CEO del Committee for Brisbane, participante en el Programa Líderes Australianos 2023 | Ver el Resumen del Programa en PDF
Barton Green es CEO del Committee for Brisbane, una organización sin ánimo de lucro que contribuye a hacer de Brisbane uno de los mejores lugares del mundo para vivir desde hace más de 60 años. Sus foros sirven para debatir sobre ideas y cuestiones para dar forma a la ciudad y su región. Barton tiene más de 36 años de experiencia en gestión ejecutiva y más de 23 como director de empresa.
¿Cuáles han sido los principales logros del Committee for Brisbane durante su historia?
El Committee for Brisbane tiene 66 años de historia, es el más antiguo de su clase en el país. Durante estos años la ciudad ha pasado de 500.000 habitantes a cerca de 2 millones. Durante este tiempo la ciudad ha sufrido muchas presiones, y el Comité fue el responsable de iniciar bastantes cambios en la ciudad. Fue este organismo el que presionó al Gobierno Federal para crear la Corporación del Puerto de Brisbane. Teníamos un puerto en la ciudad, pero necesitábamos una entidad independiente para gestionarlo adecuadamente. Fuimos en parte responsables de ello, así como de la creación de la nueva terminal del aeropuerto internacional.
También ayudamos en el concurso de diseño de lo que se conoce como South Bank Parklands, el terreno que se utilizó para la Exposición Universal de 1988. Y fuimos los responsables de iniciar las conversaciones sobre el uso que podría darse a ese terreno. Ahora es un parque público reconocido internacionalmente y una pieza central de la ciudad.
Nuestro interés se ha centrado principalmente en cómo mejorar los lugares públicos para que sean para los ciudadanos, y cómo mejorar la habitabilidad de nuestra región para que sea lo mejor posible.
Al igual que ocurre con la Fundación Consejo España-Australia, el Consejo del Committee for Brisbane está formado por instituciones tanto públicas como privadas. ¿Qué ventajas comportan este tipo de uniones?
El Comité es una organización apolítica. No tenemos miembros gubernamentales, pero sí universitarios. Tenemos muchas empresas públicas que cotizan en bolsa, empresas globales como PwC, Deloitte, Accenture y Grant Thornton. También tenemos muchas pequeñas y medianas empresas, arquitectos, urbanistas y diseñadores urbanos. Eso significa que tenemos la oportunidad de aprovechar la red global de nuestros grandes miembros, pero también podemos aprovechar la experiencia de personas que realmente están arraigadas en su comunidad local y piensan a lo grande sobre lo que puede ser el futuro. Poder aunar esas dos perspectivas es realmente poderoso. Si eres miembro del Committee for Brisbane, te interesa el futuro de la ciudad donde vives, donde trabajas, donde estudian tus hijos o donde vas a jubilarte. Así que hay mucha gente interesada sobre lo que podría ser ese futuro. La gran diversidad de nuestros miembros nos permite aprovechar la riqueza de ideas sobre lo que podría ser ese futuro.
En este momento Brisbane está preparando los Juegos Olímpicos de 2032. ¿Qué oportunidades supone para las compañías que quieran establecerse allí, y que puede necesitar Brisbane de estas compañías?
Es una pregunta muy interesante porque, aparte de albergar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, por supuesto, tu ciudad, como Barcelona en 1992, se convierte en un escenario mundial. La gente te mira.
Por eso queremos asegurarnos de que la imagen que mostramos al mundo es la mejor posible, pero también queremos ser un poco egoístas con las empresas locales. Queremos que se beneficien de los Juegos. Y aunque todos queremos inversiones extranjeras e interestatales, en nuestro caso queremos asegurarnos de que los empresarios locales se benefician de los Juegos. No podrán hacer todo lo que se requiere para los Juegos porque es el mayor espectáculo de la ciudad. Pero si atraemos el interés internacional, y lo atraeremos, queremos asegurarnos de que esas empresas transfieran sus conocimientos a la población local. De modo que nuestra comunidad empresarial local siga beneficiándose.
¿Qué aspectos es necesario afrontar para que la celebración de un acontecimiento de estas características tenga un efecto positivo en la ciudad y en sus ciudadanos?
En el caso de Brisbane, somos la primera ciudad que acoge los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en el marco de lo que se conoce como la nueva normalidad. El proceso para ganar los Juegos fue muy diferente al anterior. En el pasado, las ciudades que deseaban albergar los Juegos gastaban millones y millones de dólares para competir con muchas otras ciudades. Para Brisbane no fue así: el coste de nuestra solicitud inicial fue de unos 10 millones de dólares. El proceso permitió seleccionar una ciudad entre las interesadas, y Brisbane fue la elegida.
Con la nueva normalidad, las normas del Comité Olímpico Internacional son que no debes construir ninguna infraestructura para los Juegos. Si construyes algo, lo construyes para ti, permites que se use para los Juegos y luego debes devolvértelo. En el pasado se han construido estadios que nunca se han vuelto a utilizar. Eso ya no se permite. En el caso de Brisbane, estamos demoliendo un viejo estadio que ya no sirve. Necesitamos uno nuevo. Se utilizará durante los Juegos de 2032, pero nosotros lo utilizaremos antes y después.
Creo que el Comité Olímpico Internacional se dio cuenta de que estaban poniendo los Juegos fuera del alcance de muchas ciudades. Este es un nuevo sistema en el que somos los primeros en experimentarlo. Esperemos que nos permita demostrar al mundo que se puede organizar a un coste mucho más razonable.
Por lo que respecta a esta semana, ¿cómo valora su participación en este Programa?
Es muy interesante. No estaba seguro de qué esperar cuando llegué. Ha sido un Programa bastante ajetreado, pero en cada reunión que hemos tenido nos hemos dado cuenta de algunas cosas: todos compartimos un conjunto común de retos y oportunidades, está claro.
Los problemas de vivienda, el coste de la vivienda, los sin techo, el cambio climático y las presiones que ejerce sobre las comunidades, el transporte y la movilidad... Estas son las cosas que más me han llamado la atención porque son compartidas.
Hay cosas que hemos oído en las reuniones a las que hemos ido que me puedo llevar a casa. Ha sido muy valioso. La gente que hemos conocido ha sido muy amable y muy positiva hacia Australia, pero estaba muy claro lo orgullosa que está la comunidad empresarial que hemos conocido de sus ciudades, ya sea Barcelona, Madrid o Málaga. Había un orgullo muy evidente. Fue fantástico, muy positivo.
Otra cosa que quedó muy clara es que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas están influyendo claramente en el futuro de las ciudades en que vivimos. Y lo han aceptado: no se han quejado y han dicho 'ese es nuestro futuro, sigamos adelante'. En Australia no ocurre lo mismo. Me parece realmente impresionante que exista, y es algo que me llevaré conmigo: cómo podemos mejorar como ciudad para intentar alcanzar algunos de esos objetivos de la ONU. Estamos muy lejos de Europa. Estamos al otro lado del mundo. Y a veces, no es que nos olviden, pero podemos sentirnos un poco aislados del resto del mundo, lo cual es bueno y malo. Pero tenemos un papel que desempeñar, un papel responsable que desempeñar. La gestión del clima y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU son ambiciosos, pero también factibles y necesarios. Creo que es algo que me llevo conmigo.
¿Cuál ha sido su reunión o actividad favorita durante estos días?
Es una pregunta muy difícil. Me ha gustado mucho la estancia en Málaga, incluyendo poder tener un poco de tiempo para dar una vuelta. El casco histórico es precioso. Me impresionó mucho el Polo Digital que se ha creado con el apoyo del Ayuntamiento. Mi ciudad también tiene aspiraciones en este sentido. Mucho de lo que he visto ha sido realmente impresionante. Ha habido cosas muy buenas en cada ciudad. Pero la visita a Málaga fue estupenda y el tiempo fue fantástico. Eso también ayuda (risas).
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