Su abundancia de recursos en energía verde y su compromiso con el desarrollo sostenible ofrecen gran potencial para las energías renovables
La multinacional energética Iberdrola tiene en Australia uno de sus mercados estratégicos como nueva plataforma de desarrollo de su estrategia renovable. Las ventajas que ofrece el país oceánico son su abundancia de recursos de energía verde y el compromiso de sus habitantes con el desarrollo sostenible.
Australia es uno de los mayores productores de combustibles fósiles y emisor de efecto invernadero. Esto ha provocado una creciente presión popular a favor de la descarbonización. Así, el país se ha fijado el objetivo de reducir para 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28% con respecto a 2005. Esto implicará la sustitución paulatina de la generación térmica por fuentes de energía limpia y competitiva como la eólica, la hidroeléctrica, la solar y el almacenamiento de baterías.
Los abundantes recursos eólicos y solares de Australia, así como el ritmo del desarrollo tecnológico, sitúan al país en una posición privilegiada para crear una industria de exportación de energías renovables a largo plazo. De hecho, se ha comenzado a desarrollar proyectos como Sun Cable, iniciativa de tecnología solar que contará con la batería más grande del mundo, una planta fotovoltaica gigante y un cable submarino que suministrará energía verde a Singapur a partir de 2027.
En este contexto, Iberdrola se sitúa en un buen punto de partida tras la adquisición de Infigen Energy, que la sitúa como uno de los líderes del mercado de renovables en la región de Australia del Sur, con más de 800 MW solares y eólicos operativos y una cartera de proyectos de 453 MW en construcción y más de 1 GW en distintas fases de desarrollo.
El primer proyecto renovable de Iberdrola en Australia, iniciado en octubre de 2020, es Port Augusta, su primera planta híbrida eólica solar en el mundo, que supone una inversión de 500 millones de dólares australianos (más de 318 millones de euros). Tendrá una capacidad de 210 MW eólicos y 107 fotovoltaicos y, una vez en operación, generará suficiente energía limpia para abastecer la demanda anual de 180.000 hogares australianos.
En la colocación de la primera piedra de Port Augusta el director de Iberdrola en Australia, Fernando Santamaría, subrayó “el compromiso de Iberdrola con el mercado australiano, que continúa apostando por las energías limpias como salida a la actual crisis provocada por la pandemia”. Las renovables en Australia tienen, por tanto, un futuro muy prometedor e Iberdrola se encuentra bien posicionada en un mercado con gran potencial.
Iberdrola, patrono de la Fundación Consejo España-Australia
Australia, en palabras del Presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, "se ha convertido en un mercado prioritario, en el que continuaremos creciendo mediante el desarrollo de nuestra cartera de proyectos y la búsqueda de nuevas oportunidades".
Fruto de ese creciente interés es la incorporación en 2020 de la compañía al patronato de esta Fundación Consejo. El objetivo es aprovechar al máximo las ventajas y posibilidades que ofrece una estrategia de internacionalización alineada con la Diplomacia Económica que el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación despliega en países prioritarios, Australia entre ellos.
La colaboración público-privada que ofrece la Fundación Consejo se mostrado como eficiente y fundamental no solo en el contexto actual, marcado por la crisis sanitaria global, sino que es una cooperación que viene desarrollándose de manera exitosa en el tiempo. Fruto de ella fue en 2001 la creación de la Fundación Consejo España-Australia y desde entonces se vienen beneficiando de ella las principales compañías españolas con intereses y presencia en Australia.